Aunque la piel realmente hace muchísimas cosas para cada uno de nosotros, en ciertas ocasiones requiere algo de apoyo para su correcto desarrollo y adecuadas funciones naturales. Una piel saludable te protege, actuando como un muro bidireccional para el organismo: la piel conserva la hidratación interna y evita que los agentes contaminantes no penetren el cuerpo.
La piel representa la defensiva principal ante los rayos del sol, traumatismos, bacterias, contaminación, hongos, virus, así como otros agentes dañinos. Debes saber que nuestra piel la cubren receptores, los cuales nuevos permiten percibir el calor y el frío, el placer y también el dolor. Sin olvidar que nuestra piel muestra el estado de ánimo, bien sea si estás avergonzado o de mal humor, por ejemplo.
Además, nuestra piel se encuentra conectada a nuestro bienestar emocional y físico. Éstas son sólo algunas de las funciones de nuestra piel, a continuación, podrás ver en detalle el resto de funciones de esta barrera tan importante de nuestro cuerpo. No sin antes comprender qué es la piel, tipos y su estructura, de esta manera será más sencillo entender sus principales funciones.
Índice
La piel
La piel es fundamental para nuestro organismo ya que es uno de los órganos de mayor tamaño. Representa la cubierta exterior del cuerpo humano y se encarga principalmente de separar el cuerpo del medio ambiente.
Tipos de piel
Una persona puede tener piel normal, piel seca, piel sensible, piel grasa y piel atópica. Veamos enseguida cada uno de estos tipos de piel.
- Piel normal: las personas que tienen piel normal lucen: saludables, es elástica, firme y suave al tacto. Por lo general en este tipo de piel las enfermedades o lesiones no le afectan, disfruta de excelente equilibrio y se encuentra bien hidratada. Es decir, una piel normal reúne todas las características óptimas para cumplir sus principales funciones.
- Piel seca: luce deshidratada, de apariencia apagada y tiene altas posibilidades de producirse enfermedades cutáneas, arrugas y algunas reacciones de tipo alérgica. Si tienes una piel seca, seguramente necesitas mayores cuidados.
- Piel sensible: frente a los alérgenos y factores reacciona de manera enérgica. La piel sensible ocurre debido a la debilidad en la capa córnea de tu epidermis, esto trae como consecuencia que se produzcan daños en la piel con facilidad.
- Piel grasa: este tipo de piel se debe a la producción excesiva de sebo en las glándulas sebáceas. Por lo general este tipo de piel luce con aspecto grasiento o muy brillante. Debido a la grasa exagerada aparecen las espinillas y se bloquean los poros; siendo la espalda, el pecho el cuello y el rostro las zonas más afectadas.
- Piel atópica: realmente la piel atópica es una afección en la piel y por esta razón es necesario mencionarla, además algunas personas por lo general no están conscientes al respecto. Por ejemplo, si tu piel normalmente genera picor y se enrojece; probablemente esto sea un indicio de que tu piel probablemente sea atópica.
Estructura de la piel
En lo que respecta la estructura de la piel, esta se encuentra distribuida en tres capas de tejido. Estas capas van: desde la capa superficial hasta la capa que se encuentra más profunda.
- Epidermis: abarca completamente la superficie corporal, además es un epitelio plano queratinizado y poliestratificado. La epidermis es la capa que tiene mayor cantidad de células y su dinámica de recambio, es verdaderamente extraordinaria.
- Corion o dermis: la dermis es la encargada de darle soporte a nuestra piel, además de proporcionarle elasticidad y resistencia.
El tejido conectivo fibroelástico forma básicamente la dermis y es fundamental, ya que funciona como alimento y soporte a la epidermis. En esta capa gran las terminaciones nerviosas encargadas de la presión y del tacto.
- Hipodermis, subcutis o tejido subcutáneo: esta tercera capa se encuentra compuesta principalmente por conectivo laxo para establecerse como un anclaje. Las clásicas arrugas se originan cuando estos puentes se pierden.
La hipodermis se encuentra formada principalmente por tejido adiposo, es aquí donde circulan nervios y vasos. La principal función de esta capa es aislante térmico, almacén de energía y protector mecánico.
Funciones de la piel
Para nuestro bienestar físico y mental es fundamental la piel de eso no hay dudas, ya que una piel saludable es una barrera protectora entre el interior de nuestro organismo y el mundo externo, además de ser nuestra principal defensa ante distintos agentes dañinos. Veamos a continuación cuáles son las principales funciones de la piel en el cuerpo.
Función protectora
De diferentes maneras, nuestro organismo se encuentra perfectamente protegido por nuestra piel. Ante la acción de los perjudiciales rayos UVA, la melanina de nuestra piel nos resguarda.
Además, la queratina la cual es una proteína que forma parte de la piel proporciona soporte y elasticidad a la estructura que forma la piel.
También es la encargada de la protección de tejidos internos, órganos y huesos de su exposición al medio externo. La piel también es una barrera protectora contra traumas físicos, daño del sol y las bacterias.
Inmunidad
Las células que forman parte de nuestra piel están perfectamente capacitadas para contrarrestar los virus, las infecciones y bacterias del mundo externo. Algunas células que se encuentran en la piel apoyan a nuestro sistema inmunitario, con el objetivo de atacar virus, bacterias además de otros cuerpos perjudiciales.
Ayuda a prevenir que las bacterias y virus entren al organismo y ocasionen enfermedades. Dichas células abarcan las fagocíticas, dendríticas epidérmicas y las Langerhans.
Regula la temperatura
La piel se encarga de liberar sudor en momentos que entras en calor, todo esto mediante las glándulas sudoríparas. Esto sirve para disminuir la temperatura.
Cuando sientes frío, probablemente se llenen de sangre los vasos sanguíneos ubicados en tu piel, esto genera un aumento en la temperatura. Por esta razón, la retención o liberación de calor se encuentra en manos de la temperatura externa del organismo.
Permite el crecimiento y la movilidad
Gracias a los tejidos que se encuentran debajo de la piel y las propiedades elásticas de este enorme órgano, permiten que ocurran cambios en el cuerpo y que además se produzca el crecimiento.
Todo esto contribuye a simplificar el movimiento. Por ejemplo, una piel dura y rígida ocasionaría en cada movimiento el dolor. Sin olvidar que la propiedad de retroceso ocasiona que regrese al sitio inicial, y no deja en el organismo deformaciones o marcas.
Función endocrina
Otra de las principales funciones de la piel es la función endocrina, la cual se ubica dentro de la síntesis de vitamina D.
Una de las principales labores de nuestra piel es la absorción de esta importante vitamina, la cual procede de los rayos del sol; modificándola de tal manera que nuestro organismo pueda usar sin problemas la vitamina D.
De igual manera, debes ser cuidadoso al momento de exponerte a los rayos del sol, ya que la sobreexposición al sol puede ocasionar quemaduras y aumenta la posibilidad de producirse cáncer en la piel.
Excreción
El organismo requiere de cierta forma cada residuo que produce, algunos restos a través de la excreción pueden ser eliminados por la piel. Algunos de estos residuos pueden ser el agua, la urea, el amoníaco y el ácido úrico. De esta manera, el cuerpo se libera de aquellas sustancias que pueden ocasionar enfermedades y dolencias.
Sensación
Es posible que la piel sea demasiado sensible, permitiendo sentir pequeños cambios de presión y temperatura. Debido a las sensaciones de la piel, pueden reaccionar las terminaciones nerviosas que se encuentran en el organismo, alarmando al cerebro instantáneamente de lo percibido en el medio ambiente.
Todo esto quiere decir que tu cuerpo puede reaccionar al frío, al dolor, al calor, al tacto suave o a las caricias.
Absorción
Realmente nuestra piel respira, es posible absorber nitrógeno, oxígeno; así como otras sustancias fundamentales por medio de la piel.
Si bien es cierto que cada ser humano requiere de sus pulmones para la respiración, podemos encontrar ciertos animales con piel bastante avanzada, que incluso pueden respirar por medio de ella.
Dependiendo de la cantidad de oxígeno en un espacio, pueden verse afectadas las células en la piel; en este sentido, lo más recomendable es el uso de vestuario elaborado en algodón u otros materiales parecidos, es la mejor forma de permitir que tu piel respire sin problemas.
Resistencia al agua
Ante el agua la piel actúa como una perfecta barrera de protección. Gracias a esta función, ayuda a prevenir que nuestro organismo desperdicie minerales y nutrientes almacenados.
Por esta razón, la piel externamente se encuentra cubierta con nutrientes y aceites encargados de formar una perfecta barrera natural resistente al agua.
Otras funciones de la piel
Existen otras funciones donde la piel también está involucrada, la piel ayuda a prevenir la evaporación del agua de nuestro organismo, desarrollando un muro natural que la conserva dentro.
La piel funciona como eje de almacenamiento para el agua y los lípidos; en ocasiones tu piel puede inflamarse como consecuencia del agua dentro del organismo, principalmente cuando se desarrollan ciertas agresiones o enfermedades.
En algunas situaciones, el cuerpo reabsorbe dicha agua y es la piel el único medio que sirve para bloquear la evaporación.
¿Qué sucede cuando se daña la piel?
El aspecto de una piel saludable y libre de problemas, es completamente diferente a una piel con daños. Por lo general, la piel sana tiene textura lisa, tonalidad uniforme, se encuentra bien hidratada, sensible a la presión, al tacto y temperatura.
En momentos en que se ve afectada la barrera natural, se producen daños en la función protectora de la piel y su apariencia saludable: puede visualizarse y sentirse seca, la piel pierde elasticidad y humedad, luce agrietada, áspera o laxa.
En ocasiones, la piel puede encontrarse bastante sensible a los cambios térmicos y el sol; como consecuencia, aumentan las posibilidades de generarse alguna infección.
Cuando la piel tiene una infección posiblemente esto ocasione inflamación, debido al desplazamiento hacia la piel de las células inmunitarias inflamatorias, para intentar compensar la barrera afectada y sanar la infección.
En lo que respecta a casos relacionados con cuero cabelludo pruriginoso y dermatitis atópica, normalmente requiere la aplicación de un tratamiento especial para terminar con la infección posterior y el círculo de picor repetitivo, y de esta manera apoyar en la regeneración de la barrera natural de tu piel.
Regeneración y reparación
La piel cuenta con distintos mecanismos de reparación y regeneración, por medio de la división celular perpetua, la capa basal garantiza la renovación sostenida de la epidermis:
Cuando una lesión se queda en la capa cutánea superior, dicha erosión puede sanar sin contracción cicatricial. En el caso de que la lesión ocupe la dermis y la membrana basal sea afectada, por lo general la contracción cicatricial aparece.
El proceso de sanación de heridas pasa por distintas etapas contiguas:
- Una membrana de superficie fuerte se forma debido a la sangre coagulada, dicha membrana se consolida a la herida.
- Células dañadas, células muertas y tejidos conectivos son desintegrados y desmontados por las enzimas.
- Células protectoras del organismo que digieren células muertas y bacterias dañinas se activan. Además, los líquidos linfáticos se trasladan hasta la lesión.
- Las nuevas células, tejidos conectivos, brotes capilares y las fibras de colágeno, organizan la epitelización.
A través de productos tópicos la etapa final puede sustentarte y estimularse, para acelerar el proceso de sanación.
En resumen, nuestra piel es uno de los órganos de mayor tamaño en el ser humano y se encuentra organizada por la capa subcutánea, la dermis y la epidermis. La piel se encarga de una amplia variedad de funciones básicas y fundamentales para el cuerpo.
Siendo algunas de las más importantes: regular la temperatura corporal, proteger contra factores externos, excreta residuos, ayuda el sistema inmunitario, entre otros.
Por esta razón, la piel es la zona del cuerpo que se encarga de proporcionar funciones vitales y gracias a la piel, cada órgano se encuentra resguardado. Además, los minerales y nutrientes esenciales se conservan dentro del cuerpo, favoreciendo nuestra salud y calidad de vida. Por eso, te recomendamos darle el mejor cuidado a tu piel, para garantizar la adecuada labor de sus funciones.